Entre tu negocio, tu preparación de impuestos y tu familia, ¿cuál viene primero? Todo esto es importante. No obstante, tal vez prefieras concentrarte en lo que haces mejor (dirigir tu negocio) y equilibrarlo con pasar tiempo de calidad con tu familia. En ese caso, contratar a un asesor fiscal acreditado se convierte en una opción plausible porque todavía tienes que gestionar tus finanzas y presentar tus declaraciones de impuestos.
Aquí hay algunos errores que se deben evitar al contratar un asesor fiscal.
- No actuar a tiempo
Es fácil posponer la preparación de impuestos debido a las complejidades involucradas y al esfuerzo y tiempo requeridos. Sin embargo, no decidir con suficiente antelación cuándo involucrar a un experto y qué aspectos del proceso delegar puede causarle estrés innecesario más adelante. Al contratar a un consultor a tiempo, juntos podrán desarrollar y comenzar a implementar un plan de acción que se adapte a sus necesidades financieras.
- No recibir recomendaciones confiables
Al contratar a alguien para que le ayude a cumplir con las leyes fiscales, debe considerar su reputación además de sus calificaciones profesionales. Las referencias de personas en las que confía, como amigos, colegas o profesionales de industrias relacionadas, como abogados de planificación patrimonial, pueden indicarle la dirección correcta. Asegúrese de preguntar sobre su profesionalismo, capacidad de respuesta a llamadas o consultas y efectividad de la comunicación.
- No prestar suficiente atención a las credenciales
Los representantes de ventas que trabajan para agentes de corretaje o de seguros tienen roles válidos en el mundo empresarial. Sin embargo, no son los asesores fiscales acreditados que usted debe buscar para obtener ayuda con asuntos fiscales. En su lugar, busque un contador público certificado (CPA) con meses o años de estudio y pruebas estándar.
- No priorizar el asesoramiento personalizado
Décadas de experiencia brindando asesoramiento fiscal no necesariamente hacen que un asesor sea el adecuado para sus necesidades. A veces, un profesional más joven con las credenciales adecuadas y experiencia trabajando con familias o pequeñas empresas como la suya puede ofrecerle la información relevante que necesita. Aquí encontrará un recurso útil para buscar un posible asesor fiscal acreditado.
- Contratar a un “llanero solitario”
Los impuestos son un concepto multifacético que a menudo requiere una estrecha colaboración multidisciplinaria. Como tal, es mejor contratar a un asesor fiscal con acceso a planificación financiera, contabilidad y otros aportes relevantes de miembros del equipo calificados y experimentados.
- No hacer las preguntas correctas
No debe aceptar una actitud de "caja negra" en la que su asesor fiscal no esté dispuesto a arrojar luz sobre su proceso de preparación de impuestos. Aléjese si un posible consultor no puede responder preguntas simples como "¿Qué cambios puedo hacer para mejorar mi situación fiscal?" Los buenos asesores aprecian que lo mejor para usted es comprender lo que están haciendo y las razones para ello.
- No detectar conflictos de intereses de inmediato
Si su asesor fiscal también le proporciona planificación financiera o asesoramiento sobre inversiones, debe tener cuidado con los conflictos de intereses. Por ejemplo, un consultor no debería alentarlo a invertir en un negocio en el que tiene interés. Además, un contador público certificado debe informarle de antemano si ofrece los mismos servicios a un miembro de su familia, como su cónyuge.
Evite estos errores comunes para aprovechar al máximo a su asesor fiscal acreditado. Para obtener más consejos para pequeñas empresas, comuníquese con los expertos en Colaboración de desarrollo económico hoy. ¡Tenemos una gran cantidad de recursos, incluidas guías sobre preparación de impuestos, financiamiento inicial y más!